El pádel es uno de los deportes favoritos de los españoles. Cada día somos más los aficionados que conseguimos ser uno con nuestra pala y vivir este deporte como algo más que una afición.
Sin embargo, el descubrimiento del pádel es una incógnita para muchos a día de hoy, por lo que vamos a descubrir toda la historia que hay detrás de este deporte que tanto nos encanta.
El nuevo frontón
Para conocer la verdadera historia del pádel debemos trasladarnos a México y viajar de la mano de Enrique Corcuera, amante del frontón e inventor del pádel. Corcuera decidió colocar una pared de cuatro metros de altura a cada lado de la pista. ¿Sus motivos? No quería que las hierbas que había alrededor de la pista la arruinasen ni que la pelota acabase en casa de su vecino.
Al poco tiempo de estar jugando en la que era su nueva pista se dio cuenta de que la pelota acababa por rebotar en la pared y se podía volver a reanudar la partida de nuevo, por lo que que vio una nueva forma de jugar al frontón y lo bautizó como “Paddle-Tenis”.
Un viaje que marcó vidas. Desde México hasta España
Ten amigos y descubrirás cosas increíbles. Eso fue lo que le pasó a Alfonso Hohenloe, un español amigo de Enrique que solía viajar mucho al país del sol que descubrió esta variante del frontón cuando jugaba con Enrique y decidió traerlo a España, modificando una de sus pistas que tenía en el club de Marbella para adoptar este nuevo juego.
A diferencia de la pista que había descubierto en México, colocó una red de alambre en lugar de las paredes laterales que había en la pista de Corcuera y poco a poco su popularidad aumentó hasta que en los años 80-90 Julio Alegría Artiach, visionario del pádel, patrocinó los torneos “Pro-Am”, haciéndose así un deporte consolidado en España.
De esta forma fue como entró en nuestro país y se fue expandiendo a otros clubes deportivos más grandes como el de Madrid, Andalucía, Cataluña, Galicia… Su éxito fue tal que en tan solo un corto periodo de tiempo consiguió engatusar a deportistas del nivel de Manolo Santana, tenista profesional, el cual junto con Alegría, comenzaron a propagar y organizar torneos de pádel alrededor de toda la península.
Cada vez era más frecuente que se empezasen a construirse más pistas de pádel hasta el punto de que finalmente los partidos eran retransmitidos por la televisión nacional y consiguió convertirse en uno de los deportes más populares al conquistar a los miles de jugadores que hoy en día lo practican.
El pádel no entiende de fronteras ni de idiomas. Es un deporte que en poco tiempo se ha convertido para muchos en algo más que un deporte, en una forma de vida.